Bombas de calor: cómo los residentes de Suecia y Noruega calientan los hogares

En los últimos años, el uso de bombas de calor para calentar edificios residenciales y edificios de oficinas se ha desarrollado activamente en Europa. A pesar de que la instalación de tales equipos requiere costos financieros significativos, la tecnología en sí es subsidiada activamente por los gobiernos de muchos países, y el número de edificios que utilizan esa energía alternativa crece cada año.

El principio de funcionamiento de tales bombas se basa en el hecho de que la temperatura de la corteza terrestre a cierta profundidad es constante y no está sujeta a fluctuaciones durante todo el año. Resulta que en invierno la temperatura subterránea es más cálida que el aire que rodea el edificio, y esto se usa para calentar el edificio, y en verano es más frío que el aire circundante, que se usa para enfriar. Además del calor de los intestinos, la temperatura del agua de los cuerpos de agua cercanos se puede usar para calentar edificios.

Hoy, Suecia es líder mundial en el uso de bombas de calor, y la gran mayoría de los edificios en Estocolmo se calientan con bombas de calor marinas. Además, muchos asentamientos ubicados en la costa del mar Báltico también usan esta tecnología para calentar edificios. Los países escandinavos vecinos: Noruega y Suecia están introduciendo activamente esta tecnología.

Alemania es otro país donde el estado implementa activamente la tecnología de calefacción de edificios usando bombas de calor y se asignan importantes subsidios para esto.

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