Los científicos han descubierto que el aire sucio de las ciudades causa trastornos mentales en los niños.

La contaminación del aire en las ciudades ha molestado a los médicos durante mucho tiempo. Numerosos estudios demuestran que la mala calidad del aire inhalado por una persona provoca una serie de enfermedades del sistema cardiovascular y respiratorio. Al mismo tiempo, los grupos más vulnerables incluyen personas con mala salud, niños y ancianos. Pero resultó que el efecto de las sustancias tóxicas contenidas en el aire inhalado es mucho más amplio y se extiende incluyendo el sistema nervioso.

Científicos de los Estados Unidos llevaron a cabo el estudio de la salud mental de los niños y el impacto del aire contaminado. Realizaron tres estudios independientes que ayudaron a revelar hechos previamente desconocidos. Resultó que el aumento en el contenido en la atmósfera de las ciudades de compuestos tóxicos que forman los gases de escape de los automóviles está directamente relacionado con el crecimiento de la ansiedad en los niños. Los científicos pudieron descubrir que con un aumento en el número de estos contaminantes en el cerebro, se observan desviaciones asociadas con procesos inflamatorios y ansiedad.

Otro estudio encontró una relación general entre un aumento de sustancias tóxicas y un aumento en el nivel de trastornos mentales en menores. Los científicos señalan que la reacción del cuerpo del niño se registra 1-2 días después de los cambios negativos en la composición de la atmósfera.

Incluso se obtuvieron hallazgos más interesantes durante experimentos a largo plazo que rastrearon el estado de salud mental de los niños desde la primera infancia hasta la adolescencia. Resultó que los niños que respiran aire contaminado en los primeros años de vida experimentan dificultades significativas con la adolescencia. Dichos niños a menudo sufren diversas formas de trastornos mentales, incluida la depresión e incluso tendencias suicidas.

Por lo tanto, los científicos llegaron a la conclusión de que el impacto de la calidad ambiental en el estado mental de los niños y, posteriormente, de los adultos, se subestima enormemente. Resultó que los residentes de grandes megaciudades y ciudades industrializadas están en riesgo de una mayor tasa de trastornos mentales. Esto concierne principalmente a los residentes de países desarrollados, donde el nivel de urbanización es alto y la mayoría de los niños viven en condiciones urbanas adversas.