¿Por qué las botellas de antiguos indios son peligrosos para la salud?

Se cree que es ecológico y está hecho por las propias manos, e incluso utilizando tecnologías antiguas, es, por definición, mejor y más útil. Pero esto no siempre sucede. Las botellas de agua de mimbre, creadas por el método tradicional de los indios nativos de California, pueden causar graves daños a la salud humana. Y esto sucedió durante todo el tiempo que los indios usaron esta tecnología.

Betún nocivo

¿Cuál es el peligro de las botellas de mimbre ordinarias? Se trata de un betún especial: un material que se obtiene del aceite y con el que se untan las ranuras de las botellas. El betún consiste en hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) que causan una serie de problemas de salud, que incluyen cáncer, trastornos hormonales, daño a órganos y trastornos del desarrollo. Las personas modernas generalmente están expuestas a los HAP debido a la quema de combustibles fósiles, el procesamiento de alimentos y el consumo de tabaco.

Los datos arqueológicos y los registros etnohistóricos muestran que el betún fue utilizado por los indios nativos de California para diversos fines, incluso como sellador para contenedores de agua, fijación de puntas de flecha y como material para producir señales de humo. Los restos esqueléticos antiguos indican que los californianos nativos sufrían de mala salud.

Una copia exacta de antigüedades.

Para confirmar su teoría de los efectos perjudiciales de la tecnología antigua, los investigadores produjeron dos tipos de botellas antiguas utilizando métodos tradicionales de los nativos americanos. Una de las botellas estaba cubierta con betún blando, conocido como "malak", que se extrae en la costa del océano, y la segunda estaba cubierta con betún duro, conocido como "voco", comúnmente encontrado en tierra.

Abordaron el asunto con responsabilidad: de acuerdo con los registros históricos, utilizaron una aguja de hueso de pájaro para tejer botellas de plantas blandas locales. Antes de aplicar betún a la superficie, se calentó con piedras volcánicas en un recipiente especial. Durante el proceso de fabricación, se realizó un análisis de aire cerca del taller, que mostró volúmenes de PAH iguales o mayores que el humo del cigarrillo.

Al mismo tiempo, el agua en tales botellas no se volvió peligrosa para la salud incluso después de dos meses de almacenamiento, pero el aceite de oliva se infectó rápidamente. Es decir, almacenar alimentos grasos en recipientes hechos de esta manera era un factor de riesgo adicional.

Deja Tu Comentario