Las orugas de gusano de seda ayudan a los científicos a obtener un hilo pesado

La mariposa del gusano de seda fue domesticada en la antigua China hace unos 5 o incluso 7 mil años. Esto se hizo debido a sus huellas, con la ayuda de las cuales las personas recibieron seda, la más valiosa de todas las telas. La producción de seda fue el sector más rentable de la economía china en la Edad Media. Y la Gran Ruta de la Seda debe gran parte de su apariencia a esta increíble mariposa.

La oruga del gusano de seda, o, como también se le llama, el gusano de seda, se sienta en una dieta mono y se alimenta exclusivamente de las hojas del árbol de morera o morera. Esta oruga indescriptible crece bastante rápido y después de 30 días está lista para la siguiente etapa de desarrollo: la pupación. Para convertirse en una mariposa, cada oruga teje un capullo del hilo de seda más fino, generalmente de 500-900 metros de largo. Especímenes particularmente grandes y celosos son capaces de tejer un capullo de una cuerda de 1500 metros. Y la gente solo puede desenrollar este hilo y usarlo para la producción de telas. Gracias a la sección triangular, el hilo de seda tiene la capacidad de refractar la luz solar. Por lo tanto, la tela de seda brilla y brilla, y también tiene una mayor resistencia.

Los científicos chinos han decidido agregar variedad a esta tecnología milenaria. Sugirieron que si se añadiera una nueva sustancia beneficiosa a los alimentos de las orugas, también sería parte del hilo que producen. ¡Y no se equivocaron! El grafeno, o nanopartículas de carbono, fue elegido como un "mejorador". Se llama el material del futuro, y las perspectivas para su uso están asociadas con industrias como la electrónica, la energía y la medicina. Para el experimento, se utilizó una solución que contenía 0,2% de grafeno. Esta sustancia se rocía regularmente sobre las hojas del árbol de morera, del que se alimentan las orugas. Después de que el gusano de seda se hinchó, los científicos comenzaron a extraer el hilo. Como sugirieron los investigadores, el nuevo hilo tenía nanopartículas de carbono en su composición y adquirió mejores propiedades: se volvió más resistente a la ruptura mecánica, así como más elástico. Una tela hecha de hilo de seda de grafeno se ha vuelto dos veces más duradera que su contraparte clásica. El lienzo mejorado también muestra otra característica interesante: después de calentar a 1050 grados, la tela de seda de grafeno adquirió conductividad eléctrica. Esta nueva propiedad abre amplias perspectivas en el campo de la biomecánica y la medicina. Está previsto utilizar material innovador para la producción de ropa deportiva, así como para la fabricación de implantes médicos biodegradables. Es probable que, inspirados por un experimento exitoso, los investigadores quieran agregar alguna otra sustancia útil al hilo de seda.

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